Todos los padres de familia en algún momento necesitamos decidir donde estudiarán nuestros hijos analizamos la oferta que hay en nuestro entorno para tomar la mejor decisión; encontramos que hay escuelas que se posicionan como religiosas en el entendido que en sus aulas tienen prácticas de una fe o creencia, omitiendo los beneficios de una formación laica.
Reflexionemos que un niño es un ser frágil en todo sentido pues está absorbiendo como esponja todo lo que hay a su alrededor; aprende en primer lugar de los padres modos, formas, manera de expresarse y actuar; pero también la escuela lleva un papel fundamental en su formación sobre todo en los primeros años de vida; es aquí cuando realmente es necesario reflexionar sobre los beneficios de las escuelas que imparten educación laica.
¿A quién le corresponde fomentar el apego a las prácticas religiosas o creencias de cada ser humano? Definitivamente al seno familiar, a los líderes religiosos y a los templos, NO a la escuela; pues todo tiene un rol y lugar. Definitivamente impartir religión en las escuelas es influenciar en seres que apenas están conociendo el mundo y no tienen la capacidad de saber si les gusta o no lo que les enseñan, si está bien o no.
Escuelas laicas y sus beneficios
Una escuela sin religión en sus aulas no discrimina pues todos los seres humanos del credo que sean pueden formarse libremente y sus ideologías son respetadas por la administración; en el diseño curricular y modelo educativo no está impartir religión por lo tanto TODOS los seres humanos son bienvenidos. No puede existir en sus aulas rechazo entre administrativos o alumnos por la Fe que se tenga en la familia; el bullying escolar por esa causa queda excluido pues fomenta la convivencia armónica de niños o niñas y adolescentes con diferentes convicciones.
El respeto a la diversidad y diferencias se convierte en una constante y forma de vida. La inclusión de todos los seres humanos es parte de su cultura basan la formación académica en la ciencia, las artes, el deporte, la tecnología y el humanismo.
Una escuela que no imparte religión también enseña valores universales que son reconocidos y aplicados en todos los grupos sociales con el fin de hacer del mundo un mejor lugar más libre, respetuoso y agradable para vivir y compartir con los demás; un ejemplo de estos valores son la honestidad, tolerancia, respeto, justicia, amistad, libertad y bondad.
Respeto ante toda persona y sus convicciones
El clima que impera en este ambiente es de equidad de género, respeto a las creencias, la raza, el sexo y la cultura; estamos frente a una formación integral, objetiva y participativa. Una escuela como lugar donde se imparte conocimiento debe basarse en hechos científicos basados en la razón; y hechos empíricos respetando la libertad de conciencia y pensamiento de cada persona.
Siempre es bueno separar y analizar qué es lo más conveniente para nuestros hijos y como deseamos que se formen teniendo claro que un niño debe ser feliz; formarse con integridad y ser una persona segura de sí misma en un contexto de libertad y respeto. Cada padre o madre de familia puede tener un punto de vista, en el ámbito laico siempre será respetado lo que los demás piensen o deseen.
No olvidemos que una educación laica será siempre una formación para todos.
Redacción IEHP