El amor se enseña y se aprende. Ama la naturaleza.
La naturaleza es lo único que existe en el universo que se puede reproducir o producir sin intervención del ser humano; los humanos la necesitamos para satisfacer nuestras necesidades básicas de sobrevivencia, como respirar, comer, curar enfermedades y hasta divertirnos.
Son tantos los beneficios que es muy importante que nuestros hijos desde pequeños estén en contacto constante, solo enseñar a amar y apreciar el mundo natural cuidando y preservando el ambiente.
Hoy en día, es muy cómodo que los niños se entretengan con tabletas, computadoras y celulares perdiendo libertad de movimiento, creatividad e incluso de socialización. Por una parte pareciera que cada vez es más complicado tener a nuestro alcance áreas verdes como ríos, árboles o flores y que disfrutar del oxígeno puro que llega hasta lo profundo de los pulmones fuera un lujo, olvidando que la naturaleza debe preservarse y estar en contacto con el ser humano porque simplemente la necesitamos.
Si acercamos a nuestros hijos a lo natural, estamos mejorando su salud
Si acercamos a nuestros hijos a lo natural, estamos mejorando su salud al respirar aire puro, el estado de ánimo se torna en felicidad, la capacidad de atención a los pequeños detalles, los relaja y baja los niveles de estrés; los formamos también con un sentido humanístico dando valor a todo lo que los rodea, al tener movimiento, saltar, correr, brincar, sonreír, estimula su desarrollo motor y cognitivo, además de su seguridad y autonomía.
¿Acaso podríamos respirar sin árboles?
Como padres, al tener una agenda llena de ocupaciones, muchas ocasiones no nos damos el tiempo para salir con nuestros hijos y explorar con ellos el mundo donde tengan la libertad de sentir sabores, olores, colores, sensaciones y hasta desafíos. Darnos el tiempo para convivir en familia e ir a lugares donde la naturaleza es la protagonista será sin duda una experiencia que los peques de la casa no olvidarán.
Finalmente, estaremos formando a nuestros hijos con educación ambiental con valores y convivencia.
Amar la naturaleza parte de su formación
Las escuelas con áreas verdes y espacios para que los alumnos tengan ese contacto y vivan esta experiencia, son un apoyo para los padres de familia en la formación de personitas responsables y sensibles con su medio ambiente. No olvidemos llevar con nosotros un bloqueador solar, agua y fruta para mantener a los niños hidratados y una gorrita para cubrirse del sol.
Si tu hijo tiene demasiada energía, no le des el celular, llévalo a un jardín o parque para que aprenda y se enseñe a ser autónomo. No olvidemos que el contacto, amor y respeto lo debemos enseñar y ser ejemplo para nuestros hijos, el beneficio es para ellos y también para las nuevas generaciones.
Redacción IEHP